11 de marzo de 2006

Lexicografía (microcuento o algo así)

Las palabras siempre son inocentes:
Abrams. Bradley. Stinger. Tow. Hummvee. Paladín. Patriot. Scimitar. Striker. Warrior. Eagle. Tomahawk. Maverick. Falcon. Harm. Pittsburg. Montpellier. Kanawha. Mitscher. Briscoe. Deyo. Gary. Vendergrift. Cushing. Constellation. Lancer. Hornet. Chinnok. Sea Knight. Kiowa. Apache. Supercobra. Spirit.
Nosotros las utilizamos para nombrar nuestro mundo:
Tanque de ataque Abrams. Vehículo de combate Bradley. Misil Stinger. Misil Tow. Misil Patriot. Misil Harm, con ojiva altamente explosiva. Misil Tomahowk, el único capaz de alcanzar objetivos situados a 1.600 quilómetros. Vehículo blindado de alta velocidad Humvee, vehículo de reconocimiento Scimitar, vehículo de combate Striker. Vehículo de combate Warrior. Caza táctico Eagle F-15. Caza Falcon F-16. Caza Hornet. Portaaviones Pittsburg. Portaaviones Montpelier. Portaaviones Constellation, con capacidad para 5.630 soldados, incluido escuadrón aéreo. Barco de abastecimiento Kanawha. Destructor Briscoe. Destructor Deyo. Destructor Cushing. Bombardero Harnet. Bombadero Lancer. Helicóptero Apache. Helicóptero Supercobra, capaz de realizar su misión en cualquier condición climática. Bombardero Spirit, casi invisible, apto para cargar con armamento nuclear.
Las palabras siempre son inocentes. Si supieran lo que hacemos con ellas desertarían de nuestros diccionarios.

5 comentarios:

Ladynere dijo...

Despues de esta entrada, me has dejado sin palabras...
Te recomiendo la cancion de Natch Scrach (un rapero absolutamente genial escribiendo, sus canciones son poesia), que se titula "son palabras". Es practicamente esta entrada, con musica. Merece la pena escuchar esa cancion...

Anónimo dijo...

Yo también creo que las palabras son inocentes. Son inocentes porque las creamos y la utilizamos a nuestro antojo, sin tenerlas en cuenta, casi. Inventamos palabras para nombrar cosas terribles y las hacemos feas con intención. Suena mal la palabra brutalidad, es fea la palabra guerra, y lo mismo ocurre con degollar, humillación, vejación, violación o sufrimiento. Pero qué hacemos con la belleza de la palabra soledad, cuando quien la sufre no la vive sino que la padece; o qué hacer cuando quien dice te quiero confunde su significado y está diciendo te poseo.
Son ellas mismas, las palabras, las que pueden redimirnos y recordarnos que existe el verbo sentir, y el verbo amar, y el olvido, y el perdón, y la amistad y la añoranza, y la ternura, y el regazo, y la pasión. Y existe una palabra para nombrar al mar, y un horizonte que nos libera del peso de lo cercano, y una imaginación donde podemos construir otros mundos, quizás mejores que éste.

B. Llamero dijo...

Las palabras no son más que ladrillos con los que los humanos hacemos construcciones mentales. La culpa o el mérito, pues, del constructor. Dejémoslo ahí.

Anónimo dijo...

Daños colaterales, no población civil muerta...

miwok dijo...

Las palabras quedan atrapadas en nuestras redes...no pueden hacer nada por salir.