18 de febrero de 2008

De ángeles caídos

El 19 por 100 de los franceses creía en el Diablo según una encuesta realizada en el año 1990, según afirma Georges Minois en el libro Breve Historia del Diablo (Espasa-Calpe, 2002). Según la misma fuente, entre los católicos practicantrs la cifra se elevaba al 49 por ciento. Y bajaba hasta el 5 por ciento entre los ateos.

Acaba el libro:
"Todo el mundo lo sabe: el siglo XXI será el siglo de lo virtual, de la no-existencia, del no-ser. Precisamente eso, el no-ser, según se repite desde San Agustín, es otro nombre del diablo".

Pensad, navegantes: ¿Dónde se escondería el Diablo si pretendiera hacerse con nuestras almas hoy en día?
Bienvenidos al Infierno.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Para mí, el Demonio está en todo lo que existe: en un conductor que se salta un semáforo, en una señora que se te cuela en la fila de la panadería, en un crío que empuja a otro... en cualquier lado que mires está... Pero la pregunta sería: y donde narices está Dios?

Anónimo dijo...

Muy bueno, Care. ¡Creo que has acertado de lleno!

Clara

Ernesto Guajardo dijo...

Mish! ¡Qué curioso! El fin de semana, domingo y después de almorzar, para ser más exactos, comencé a leer con cierta desidia el libro La muerte de Satán, de Andrew Delbanco, quien también sostiene que es esa negación de su existencia, el principal triunfo del Demonio, el Diablo, Satán, Lucifer y todísimos los nombres que podemos recoger a lo largo de la historia.